El senador Oscar Parrilli, ex jefe de la AFI, cuyas conversaciones con Cristina Kirchner se filtraron en los medios hace dos años, les hizo el reproche a los diputados. Allí el oficialismo no tiene mayoría pero confiaba en dos bloques aliados, el federal y Unidad para el Desarrollo, que de todos modos no resultaron garantía para que se animara a pelear leyes contra Cambiemos durante la pandemia.
"Ojalá la Cámara de Diputados anule pronto el DNU 256/15, firmado por el expresidente Mauricio Macri, que traspasó la oficina de escuchas telefónicas de la Procuración General de la Nación a la Corte Suprema de Justicia", reclamó el senador por twitter.
"En el Senado la anulación del DNU de Macri que entregó las escuchas a la Corte fue sancionada hace casi un mes. Falta la media sanción de diputados para empezar a poner un fin a este festival de escuchas ilegales".
"Está claro que el festival de aprietes y escuchas ilegales sigue en manos de Clarín, Magneto, Majul, Lanata y el periodismo de guerra que fue parte del operativo de persecución actuando como inorgánicos de la AFI", completó el senador. Las escuchas de Tinelli y Grondona fueron difundidos por el programa radial Lanata sin Filtro y conversan sobre la elección de árbitros para los partidos de fútbol, el arreglo de horarios y la influencia del entonces secretario de Seguridad Sergio Berni para definir la grilla.
Son de 2013, cuando las escuchas aún estaban a cargo de la entonces Secretaría de Inteligencia (SI), la ex Side, de donde en 2015 fueron transferidos a la Procuración. "Calculo que ya estará trabajando algún fiscal de oficio en investigar quien entregó este material privado, o que debería haberse destruido, para que se difunda en un medio. Jamás hice algo ilegal. A disposición absoluta de la justicia. Sino seré querellante", respondió Tinelli por twitter.
Según informó Jorge Lanata, los audios fueron interceptados por el ex juez federal Norberto Oyarbide en la causa que investiga supuesta falsificación de documentos de futbolistas para tramitar la ciudadanía. Grondona estaba investigado y le habían interceptado el teléfono. Oyarbide renunció ni bien asumió Macri y su juzgado fue cubierto recién hace un año cuando el Senado, con la muñeca de Miguel Pichetto (que aún era jefe del bloque del PJ), nombró a María Eugenia Capuchetti, un pliego que fue rechazado por Cristina Kirchner, todavía con una banca en la Cámara alta.
Capuchetti fue secretaria del ex juez federal Sergio Torres, actual juez de la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires. Antes dirigió una oficina de enlace del Ministerio Público Fiscal porteño, cuando el procurador era Martín Ocampo, figura de confianza de Daniel Angelici.
Angelici es mencionado por Cristina Kirchner como operador de la mesa judicial que supuestamente dedicada a armarle causas judiciales en su contra. No tenía cargo en el Gobierno. Era presidente de Boca.