Por otra parte, su plataforma SaaS ("software as a service", o software como servicio) utiliza la tecnología en la nube para facilitar la gestión y coordinación de equipos de trabajo geográficamente distribuidos y se suma a otras firmas que han multiplicado su valor de mercado durante la pandemia, como la aplicación de videollamada Zoom. Moschini destacó que su empresa es un "unicornio rosa", es decir, una de las pocas fundadas por mujeres. "Somos la primera empresa latina que saltó la brecha de inversión –los fondos no invierten en mujeres– y que pudo llegar a esta valuación", relató a Infobae. "Los grandes fondos no invierten en mujeres y menos en mujeres latinas; es tremendo, pero es así", lamentó.
"Las estadísticas que estiman que sólo el 2% del capital de riesgo invertido va a mujeres emprendedoras y apenas 0,4% de los fondos en capital de riesgo es destinado a startups lideradas por mujeres latinoamericanas", reflejó.
La firma se creó en 2012, y tuvo un crecimiento paulatino, hasta que "explotó" gracias al coronavirus. "La pandemia de Covid-19 causó una explosión similar a la del big-bang para soluciones de gestión del trabajo remoto".
"Con la mitad del planeta confinado en sus hogares, miles de millones de compañías se vieron forzadas a implementar modelos que les permitan gestionar en forma eficiente y verificable sus trabajadores distribuidos", explicó su fundadora. "Era la única posibilidad que tenían para continuar con su negocio y aceleró la transformación cultural hacia modelos más flexibles, basados en la nube, bajo demanda", aclaró Moschini en diálogo con La Nación.
"Tomamos un enfoque diferente al enfoque tradicional porque al ser una fundadora mujer, sabemos que solo el 2,2 % del capital de riesgo va a empresas lideradas por mujeres. Como dicen en inglés, ’we skirt the rules’, doblamos las reglas sin quebrarlas e hicimos una oferta global privada", reveló, sobre su plan de levantamiento de capital.